Los árboles milenarios están entre los mayores organismos vivos de la Tierra. Su papel es clave en bosques, sabanas y áreas agrícolas y no puede ser suplido por el de árboles más jóvenes. Sin embargo, la población mundial de superárboles está disminuyendo a marchas forzadas en muchas partes del mundo, según advierten varios investigadores en las páginas de Science.
"Igual que los animales grandes como los elefantes, los tigres y los cetáceos han reducido su población de manera radical en muchas zonas del mundo", escriben, "aumenta el número de pruebas de que los viejos árboles grandes pueden estar igualmente en peligro".
La definición de 'árbol viejo' depende de la especie y del ecosistema, pero lo que distingue a estos ejemplares es sobre todo la gran cantidad de cavidades internas y el sistema de enramado complejo. Estas características les permiten jugar un papel clave en el medioambiente. Los árboles viejos, por ejemplo, dan refugio a un 30% de los vertebrados en algunos ecosistemas, al tiempo que almacenan gran cantidad de carbono en la tierra. En las zonas agrícolas, los grandes árboles pueden presentar un papel esencial en la polinización y distribución de semillas y son lugar de referencia para muchos animales, un papel que pueden jugar incluso muchos años después de muertos.
La pérdida de este tipo de árboles preocupa en muchos países. La situación es especialmente preocupante en lugares como California, Australia o Costa Rica, y también en España, donde un estudio de 2008 advertía de que el cambio de modelo de explotación agrícola estaba poniendo en riesgo las dehesas. En Suecia, la densidad de árboles de más de 45 centímetros de diámetro ha pasado en los últimos años de 19 por hectárea a 1 por hectárea. En el conocido Parque Nacional de Yosemite, en California, la población de grandes árboles se redujo en un 28% entre 1930 y 1990. En las selvas brasileñas se calcula que los árboles de más de 60 centímetros de diámetro se han reducido a la mitad en las últimas tres décadas.
Este tipo de árboles son especialmente vulnerables ante cambios en el entorno como sequías, fuegos o presencia de plantas invasivas. A pesar de todo, la pérdida de estos ejemplares está siendo desigual según la zona del planeta. En algunos bosques tropicales se ha detectado un aumento de los árboles grandes debido probablemente al aumento de la concentración de CO2 atmosférico. Los expertos reclaman que se estudie mejor esta localización y se diseñen estrategias para reducir la tasa de mortalidad de estos viejos gigantes. "Sin estas iniciativas", concluyen, "estos organismos icónicos y las numerosas especies que dependen de ellos pueden perderse para siempre o verse muy reducidos".
Súper árbol de secoya
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